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Revive tus metas de Año Nuevo.


Al iniciar este año el primo de un amigo hizo una lista de buenos propósitos, se dijo a si mismo que este año iba a hacer ejercicio, iba a comer más saludable y que además ya no iba no gastar en cosas innecesarias pues empezaría a ahorrar, y fue así como la primer semana de enero el primo de un amigo se moderó con la comida, inclusive le entró a las frutas y verduras, de vez en cuando salía a caminar inclusive se moderó con sus gastos, todo iba bien, pero los días fueron pasando, el entusiasmo se fue acabando, los problemas del día a día lo empezaron a absorber y mes y medio después del inicio del año, los buenos propósitos quedaron en el olvido, ¿te suena familiar? esta historia que le ocurrió al primo de un amigo es de lo más común, nos ha pasado a todos, pero: ¿será que todo está perdido? ¿Será que ya mejor dejamos los propósitos para el próximo inicio de año?


Hay estadísticas sobre estos temas que han determinado que solo 1 de cada 10 personas que hizo una lista de propósitos para empezar el año cumple con lo que se promete por lo que en la mayoría de los casos propósitos como perder peso, ahorrar, estudiar, dejar de fumar quedan en el olvido, las estadísticas revelan que en promedio los propósitos de año nuevo se mueren la segunda semana de febrero, es decir solo viven por un mes y medio ¿por qué pasa esto?


La principal razón por la que las metas de año nuevo no se cumplen es debido a que nos proponemos objetivos muy ambiciosos y al no ver resultados inmediatos, relajamos el esfuerzo hasta que el día a día nos consume, ¿y qué podemos hacer?


Los expertos en comportamiento humano coinciden en que la mejor forma de cambiar algo que no nos gusta es trabajar en la formación de hábitos buenos que sustituyan los que ya tenemos, recordemos que un hábito es una tarea que la hacemos tantas veces que se vuelve automática, sin tener que pensarla, cosas como encender la luz de una habitación oscura o lavarnos los dientes son acciones que tenemos tan fuertemente arraigadas que no reflexionamos cuando lo hacemos.


En su libro "Hábitos Atómicos" de James Clear nos comparte excelentes ideas para hacer que esas pequeñas acciones de todos los días se conviertan poco a poco en hábitos que nos lleven a lograr las metas mediante 4 recomendaciones:


Haz que el hábito sea obvio: por ejemplo, dejar cada noche tus tenis y tu ropa de ejercicio a un lado de tu cama, de forma que sea lo primero que obligues a usar al levantarte.


Haz que sea atractivo: por ejemplo, Si quieres empezar a comer sano, inicia siempre solo con alimentos sanos que te gustan, o si vas a empezar una alcancía para ahorrar, pégale una foto de lo que quieres conseguir al final, un viaje, un deseo que te motive.


Haz que sea fácil: Por ejemplo, deja en primera fila de tu refrigerador una fila de manzanas, para que cuando abras el refri sea la comida más fácil de tomar.


Haz que sea satisfactorio: Todos necesitamos recompensas, empezar a ver resultados y una recomendación es unirse a un club o grupo de personas que busquen el mismo objetivo eso te motivará a no ceder, también el compartir tus avances en redes sociales te dará aliento y motivación.


Recuerda que como dice el viejo dicho: “Roma no se hizo en un día”, para lograr algo tienes que esforzarte y todo lleva su tiempo, pero sobre todo, recuerda que será para tu beneficio.

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